Los sabores de la vida
Malas de Gemas y Rudraksha de Mukhas Collection
Todo en nuestra vida tiene un sabor, ¿cuántas veces escuchamos cosas así como…¡qué trago más amargo!, ¡me endulzas la vida!, ¡qué persona más salá!?
Los sabores están asociados a nuestra vida, aunque siempre los relacionemos con la comida, son energía.
La medicina ayurvédica, nos dice que cuando ingerimos algo, lo primero que nos encontramos es el gusto o «rasa», y que la esencia de los alimentos es el sabor, y la esencia del sabor es la energía.
Al igual que todo lo que forma parte del universo, cada sabor se compone de los cinco elementos, y nos van a afectar tanto en la mente como en el cuerpo y en nuestro mundo espiritual.
Cada persona puede hacer que su vida sea dulce, amarga o picante.
El sentido del gusto afecta directamente a nuestro sistema nervioso a través de la energía vital o «prana».
Sabor dulce
Relacionado con el elemento agua y tierra. Nos nutre e incrementa los tejidos. Apacigua el hambre, y la sed. Nos produce bienestar, tranquilidad y nos seda. Miel, calabaza, zanahorias, chirivía, todos los granos integrales, frijoles, lentejas, productos lácteos.
Sabor amargo
Sus elementos aire y éter. Equilibra y restaura los demás sabores, purifica, antiinflamatorio, actúa contra los parásitos, beneficioso para evitar el sobrepeso. Cúrcuma, endivias, rábanos, lechuga, apio, espárragos.
Sabor ácido
Elemento fuego y tierra. Aumenta el apetito, nos ayuda con la digestión, es carminativo, a nivel emocional nos despierta la conciencia y el espíritu. Limón, pepinillos, ciruelas, mandarinas, yogurt.
Sabor salado
Elemento agua y fuego. Estimula la digestión, nos ayuda a eliminar secreciones, en exceso retiene líquidos. Sal, salsa de soja, gomasio, algas.
Sabor picante
Elemento fuego y aire. Es purificante, también estimula las secreciones y el fuego digestivo «agni», es curativo, reduce la obesidad. Nos hace extrovertidos, pero en exceso nos puede volver irritables. Cebolla, ajo, romero, hierbabuena, canela, jengibre, pimienta.
Sabor astringente
Elemento tierra y aire. Nos seda, cura úlceras y hemorragias. Nos hace más introvertidos, en exceso nos volverá inseguros. Banana, membrillo, té…
Para encontrar el equilibrio en la vida, a la hora de alimentarnos es importante que en nuestros platos podamos encontrar además de variedad de colores, los cinco sabores, de esta forma nos sentiremos saciados y en sintonía con la vida.
Namasté,
María, autora del blog YogayTé y certificada en terapia Floral de Bach, nutrición holística y herbodietetica
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